
Seguimos trabajando el reconocimiento corporal.
Frente al espejo, el niño observa su rostro, nombra cada una de las partes que lo componen.
Traslada al papel primero el óvalo de su cabeza y ayudado por su propia imagen en el espejo va completando su retrato parte a parte, tocando, nombrando y dibujando.
Mientras más tiempo pueda dedicarle a la observación, más completo quedará el dibujo.
A lo largo del tiempo, en posteriores trabajos, él mismo irá colocando cada vez más detalles y enriqueciendo su obra.